La columna gótica es un elemento arquitectónico característico del estilo ojival, que se desarrolló en la Europa medieval.
Se compone de un haz de columnillas que se agrupan para soportar las estructuras de las iglesias y catedrales de esta época.
Este diseño no solo proporciona estabilidad, sino que también permite la creación de espacios interiores más amplios y luminosos, reflejando la búsqueda de la verticalidad y la luz en la arquitectura gótica.