El término comendador de bola se refiere a un ladrón que se dedica a robar en ferias, aprovechando la multitud y el bullicio para llevar a cabo sus fechorías.
Este personaje, que suele moverse de un lugar a otro, es conocido por su astucia y habilidad para engañar a los incautos.
La figura del comendador de bola refleja una tradición de delincuencia que ha perdurado a lo largo del tiempo, vinculada a las festividades populares.