El término cómitre se refiere a la figura que tenía la responsabilidad de gobernar a los galeotes, es decir, aquellos prisioneros que eran forzados a trabajar en embarcaciones.
Este rol era fundamental en la organización de la vida a bordo, ya que el cómitre debía mantener el orden y la disciplina entre los reclusos, asegurando así el funcionamiento adecuado de la tripulación y el cumplimiento de las tareas asignadas.