El término concilio en el contexto de la religión se refiere a la reunión de obispos con el propósito de abordar y definir cuestiones relacionadas con la fe, la moral y la disciplina de la Iglesia.
Estas asambleas pueden ser generales, nacionales o provinciales, y se consideran ecuménicas cuando incluyen a obispos de toda la Iglesia bajo la presidencia del Papa.
A lo largo de la historia, se han celebrado importantes concilios, siendo el más reciente el Concilio Vaticano II.
Concilio es la reunión de los obispos para definir cuestiones de fe, moral y disciplina. General si se reúnen los obispos de la Iglesia, nacional si los de una nación, provincial si los de una provincia eclesiástica. Se llama ecuménico si se reúnen los obispos de toda la Iglesia presididos por el Papa personalmente o por sus legados. A lo largo de estos 21 siglos la Iglesia ha tenido veinte concilios ecuménicos incluyendo el primero, celebrado en Jerusalén por los apóstoles y presbíteros, con San Pedro a la cabeza. El último, llamado Concilio Vaticano I, fue convocado para el 8 de diciembre de 1869 y quedó suspendido indefinidamente el 20 de octubre de 1890, al mes de haber sido conquistada la ciudad eterna por las tropas piamontesas.
El papa Juan XXIII convocó el último, el Concilio Vaticano II el 11 de octubre de 1962.
Los concilios de la Iglesia Católica Romana, deben ser convocados por el Papa y presididos por él o por un delegado suyo, y en ellos habrá de estar representada una mayoría de los obispos de las provincias eclesiásticas. Para la validez de sus acuerdos es preciso, como condición sine qua non, la sanción del Sumo Pontífice Romano.