El Concilio de Constanza fue un evento crucial en la historia religiosa de la Iglesia Católica, celebrado entre 1414 y 1418 en Suiza.
Su principal objetivo fue poner fin al Gran Cisma, que había dividido a la Iglesia desde 1378.
Además, abordó la situación de Juan Huss y sus seguidores, y buscó implementar reformas eclesiásticas.
Este concilio se proclamó como la autoridad suprema de la Iglesia, lo que marcó un cambio significativo en su estructura y funcionamiento.
Concilio de Constanza (historia religiosa)
Concilio general de la Iglesia Católica celebrado en Constanza (Suiza 1414-18). Tres fueron sus objetivos: terminar con el Gran Cisma que dividía a la Iglesia desde 1378, decidir sobre Juan Huss y sus discípulos e introducir reformas en la Iglesia. Fue propuesto por el emperador Segismundo y convocado por Juan XXIII, uno de los antipapas. Dominada por teólogos que mantenían la teoría de la supremacía conciliar, la asamblea se declaró a sí misma autoridad suprema de la Iglesia. Tras no pocas dificultades, Juan XXIII, Gregorio XII (reconocido desde entonces como papa canónico) y Gregorio XIII fueron depuestos y obligados a abdicar. El Gran Cisma terminó en 1417 con la elección del nuevo papa Martín V. Otra medida importante del Concilio fue la condenación de Juan Huss y Jerónimo de Praga. Ambos fueron condenados a la hoguera, pero la herejía husita había adquirido demasiada fuerza para ser eliminada fácilmente. También adoptó el Concilio algunas reformas eclesiásticas importantes, sobre todo en materia de tributación y administración fiscal. Se aprobó un proyecto que preveía la celebración de concilios periódicos para el gobierno de la Iglesia. Véase Huss, Juan; Papado.