El término concursar tiene dos acepciones principales.
En el ámbito legal, se refiere a la acción de ordenar que los bienes de un deudor se sometan a un concurso de acreedores, un proceso para gestionar deudas.
Por otro lado, en un sentido más general, concursar implica participar en un concurso, donde individuos compiten por un premio o reconocimiento.
Ambas definiciones reflejan la idea de una competencia o un proceso de resolución.