La palabra condigno se utiliza para describir algo que es adecuado o que corresponde de manera natural a otra cosa.
Por ejemplo, se puede hablar de un premio que se otorga por la virtud o de una pena que se impone por un delito.
Este término resalta la relación justa y equilibrada entre acciones y sus consecuencias, reflejando la idea de que cada resultado debe ser proporcional a lo que lo ha causado.