El término confiturero y su forma femenina confiturera se refieren a personas que se dedican a la elaboración de dulces y confitería.
Aunque hoy en día estas palabras son consideradas anticuadas y están en desuso, evocan la tradición de aquellos que, con habilidad y pasión, creaban delicias azucaradas.
Su uso refleja un tiempo en que la confitería era un arte apreciado en la cultura gastronómica.