El término conscripto tiene dos acepciones principales.
En la antigüedad, se refería a un padre conscripto, un senador en la antigua Roma, lo que denota una posición de autoridad y responsabilidad.
En el contexto moderno, especialmente en América Latina, se utiliza para designar a un quinto o recluta, es decir, a una persona llamada a servir en las fuerzas armadas.
Ambas definiciones reflejan la idea de pertenencia y compromiso.