El término consumero se refiere, en un sentido despectivo, a la persona que tiene la función de vigilar y perseguir a los matuteros, aquellos que venden productos en la calle de manera informal.
Esta palabra evoca una imagen negativa, asociada a la vigilancia y el control sobre actividades comerciales que escapan a la regulación oficial.
Su uso implica una crítica hacia quienes ejercen esta labor, destacando un contexto de desprecio social.