La contracurva es un término utilizado en el ámbito de las vías de comunicación, que se refiere a una curva que se presenta después de otra, pero en un sentido opuesto.
Este concepto es fundamental en la planificación de carreteras y ferrocarriles, ya que permite a los conductores y maquinistas adaptarse a los cambios de dirección, garantizando así la seguridad y la fluidez del tránsito.