El término contraflorado o contraflorada se utiliza en el ámbito de la blasonería para describir un diseño heráldico que presenta flores con colores y metales opuestos.
En este contexto, las bases de las flores están dispuestas de manera que se encuentran en posiciones opuestas, creando un efecto visual distintivo.
Esta técnica resalta la riqueza y la complejidad de los escudos y emblemas, aportando un significado adicional a su representación.