El término coribante se refiere a un sacerdote de la diosa Cibeles, en la antigua mitología.
Estos sacerdotes eran conocidos por sus danzas enérgicas y descompuestas, acompañadas por el sonido de diversos instrumentos.
La figura del coribante simboliza la conexión entre lo sagrado y lo festivo, reflejando la devoción y el fervor en los rituales dedicados a esta deidad.