La corona mural es un símbolo de honor que se otorgaba al soldado que lograba escalar primero un muro durante un asedio o batalla.
Este reconocimiento no solo representaba valentía y destreza, sino que también servía como un distintivo de gloria en el ámbito militar.
La corona en sí misma es un emblema de triunfo, y su uso en este contexto resalta la importancia de la superación y el valor en situaciones de combate.