La corona olímpica es un símbolo de victoria y honor que se otorgaba a los vencedores de los Juegos Olímpicos en la antigua Grecia.
Esta corona estaba hecha de ramas de olivo, representando la paz y la gloria.
Además de ser un reconocimiento a la excelencia deportiva, la corona olímpica se ha convertido en un emblema perdurable del espíritu competitivo y la búsqueda de la superación personal en el ámbito del deporte.