El término corrompedor o corrompedora se refiere a aquel o aquella que tiene la capacidad de corromper, es decir, de alterar la integridad o la moral de algo o alguien.
Este adjetivo se utiliza para describir a personas o elementos que inducen a la corrupción, ya sea en un contexto ético, social o incluso físico.
En este sentido, el corrompedor actúa como un agente que provoca un cambio negativo en el estado original de las cosas.