El término corso tiene varias acepciones que reflejan su riqueza en el idioma.
En el ámbito marítimo, se refiere a la campaña que realizan los buques mercantes con autorización gubernamental para cazar piratas o embarcaciones enemigas.
También, en el contexto festivo, designa una procesión típica de carnaval, llena de color y alegría.
Además, como adjetivo o sustantivo, se relaciona con Córcega, una isla del Mediterráneo.
m. Mar. Campaña que hacen por el mar los buques mercantes con patente de su gobierno para perseguir a los piratas o a las embarcaciones enemigas: salir a corso; patente de corso.
Procesión festiva de carnaval.
corso, sa adj. y s. De Córcega.
Segundo diccionario: corso
Origen de la palabra: (latín cürsus, carrera.)
m. Mar. Campaña que hacen por el mar los buques mercantes con patente de su gobierno para perseguir a los piratas o a las embarcaciones enemigas. Ú.m. en las frases ir o salir, a corso; venir de CORSO, etc.2º artículo
Origen de la palabra: (del latín corsus.)
adj. Natural de Córcega. Ú.t.c.s.
Perteneciente a esta isla del Mediterráneo.3º artículo
Campaña que hacía una embarcación armada y equipada por particulares, provista de un despacho o licencia de su Gobierno, conocida con el nombre de Patente de Corso, que le autorizaba a perseguir a los piratas y las embarcaciones enemigas en tiempo de guerra. La patente colocaba al corsario prácticamente en la condición de un buque de guerra y permitía a sus propietarios quedarse con las presas que capturasen. La práctica del corso nació en el siglo xv y pronto se fue generalizando entre las potencias navales hasta, mediados del siglo xix. Las patentes de corso, que con anterioridad al siglo xviii se concedían sin considerar la nacionalidad de sus beneficiarios, se reservaron desde entonces a los súbditos de la nación beligerante; en otro caso se consideraba Piratería.
En la Guerra de 1812, los Estados Unidos emplearon numerosos barcos corsarios, que llegaron a hacer 1344 presas entre las embarcaciones británicas y constituyeron el arma más notable de las usadas contra el enemigo. Recordando esta experiencia y la posibilidad de una reaparición del corso, los británicos se avinieron a pagar las fuertes reclamaciones de Alabama después de la Guerra de Secesión (1872).
El corso quedó abolido por la Declaración de París (1856), que, aunque no fue firmada por muchos países, fue generalmente considerada como ley internacional válida. En realidad, dadas las condiciones imperantes en la moderna guerra naval, según hecho reconocido por la Declaración de París, el corso no resulta hoy práctico. Es cierto, sin embargo, que los mercantes pueden transformarse en buques de guerra. Tal transformación quedó fijada en uno de los acuerdos de la segunda Conferencia de la Haya (1907). Un buque mercante no puede gozar de los derechos de un barco de guerra a menos que se sitúe bajo el control y responsabilidad directa de la nación cuya bandera enarbola; debe usar los distintivos externos que caracterizan a los buques de guerra de esa potencia; su comandante debe ser un oficial de la flota de combate debidamente autorizado; su tripulación debe hallarse sujeta a la disciplina militar; el buque, en fin, debe observar las leyes y costumbres de guerra y hallarse incluido en la lista notificada de las embarcaciones de guerra pertenecientes a la nación de que se trate. Cuando una unidad mercante se encuentra en esas condiciones es considerada barco de guerra, no corso.
• « Allí Napoleón soportó el acoso y las novatadas de los hijos de los "verdaderos" nobles franceses, que menospreciaron su acento corso y lo trataron como un intruso extranjero. »
adj. = adjetivo m. = sustantivo masculino s. = sustantivo o siglo o sur Ú. = Úsase Ú.m. = Úsase más Ú.t. = Úsase también Ú.t.c. = Úsase también como... Ú.t.c.s. = Úsase también como sustantivo Más abreviaturas...