La palabra cortera en su acepción más conocida en Chile se refiere a una cortesana o ramera, es decir, a una mujer que se dedica a la prostitución.
Este término refleja una realidad social y cultural específica del país, donde el uso de la palabra puede llevar consigo connotaciones tanto negativas como descriptivas.
La comprensión de este término es fundamental para entender ciertos aspectos de la vida urbana y las dinámicas de género en la sociedad chilena.