El término corvillo se utiliza en un contexto familiar para referirse al miércoles de ceniza, una fecha significativa en el calendario cristiano que marca el inicio de la Cuaresma.
Este día es conocido por su simbolismo de penitencia y reflexión, donde los fieles reciben una cruz de ceniza en la frente.
La palabra evoca tradiciones y prácticas religiosas que invitan a la introspección y el cambio personal.