El término cosaco se refiere a un cuerpo militar originario de la Rusia oriental y meridional, que surgió en el siglo XV.
Estos guerreros, cuyo nombre proviene del turco-tártaro y significa jinete o merodeador, desempeñaron un papel crucial en la defensa de las fronteras del imperio ruso.
Compuestos por siervos fugitivos, aventureros y desertores, los cosacos formaron comunidades llamadas stanitsas, donde establecieron un gobierno propio y eligieron a sus líderes, conocidos como hetmany y atamany.
Uno de los cuerpos militares de la Rusia oriental y meridional, que durante siglos protegieron las fronteras y sirvieron a los zares como tropas montadas especiales. El nombre, turco-tártaro, significa jinete o merodeador.
Los cosacos aparecieron por primera vez durante el siglo xv en la región que se extiende desde los puestos avanzados de Moscovia hasta el Mar Negro y desde los límites orientales de Polonia hasta las montañas del Cáucaso. Siervos fugitivos, criminales que huían de la acción de la justicia, desertores del ejército, aventureros e infinidad de individuos deseosos de libertad se congregaron en estas estepas para construir sus stanitsas o poblados, celebrar sus reuniones en las que trataban asuntos de gobierno, elegir sus hetmany y atamany (jefes) y formar con otros colonos un Estado en armas o voisko (literalmente, hueste), a cuyo nombre se añadía el de un río importante. La hueste del Don fue la más grande y poderosa (v. Cosacos del Don). La de las orillas del Dnieper (Dnepr) tomó el nombre de las cataratas de este río: Zaporog o «más allá de las cataratas».
Como residentes fronterizos y prácticamente independientes, los cosacos hacían sus incursiones sobre los vecinos tártaros, turcos, rusos moscovitas y polacos. Al imponer Moscú su hegemonía, fueron gradualmente sometiéndose a su férula en los siglos xvii y xviii después de sucesivas alianzas primero con Polonia y luego con Rusia a mediados del siglo xvii y tras una infinidad de revueltas y motines. Stenka Razin dirigió el levantamiento del siglo xvii y llegó a ser un héroe popular (v. Razin, Stenka) . Mazeppa concertó la alianza de los cosacos de Ucrania con Suecia contra Pedro I el Grande a principios del siglo xviii (v. Mazeppa, Ivan Stepanovitch) . A finales de ese mismo siglo, los cosacos secundaron la revuelta de Yemelyan Pugachev. Los últimos en someterse fueron los del Dnieper o zaporogos (1775).
Los cosacos sirvieron a los zares y coadyuvaron a la expansión rusa hacia Siberia. A finales del siglo xvi, bajo la dirección de Yermak Timofeyitch, se trasladaron a los territorios del Kan de Kuchum y en el siglo siguiente se extendieron aún más al E (v. Siberia, Historia). En el siglo xix y principios del xx. los cosacos, como parte de los ejércitos de los zares, intervinieron en la represión de las rebeliones, sobre todo en el levantamiento de 1905. Durante la revolución bolchevique y guerra civil posterior lucharon en el bando de los rusos blancos, salvo una minoría que se unió a las fuerzas bolcheviques. Muchos murieron y otros huyeron al extranjero. Los que quedaron no lograron las simpatías del Gobierno comunista en veinte años, no obstante lo cual sólo una pequeña minoría se unió en la II Guerra Mundial al ejército quisling del general Andrei Vlasov. La mayor parte luchó a las órdenes del mariscal Semyon Budenny en los ejércitos soviéticos. Véase Rusia, Historia.