Lucas Cranach, conocido como El Viejo, fue un destacado pintor y grabador alemán nacido en 1472 en Kronach.
Su carrera despegó tras captar la atención del Duque Federico el Sabio, convirtiéndose en el pintor de la corte de Wittenberg.
A lo largo de su vida, Cranach se destacó por sus retratos, incluyendo figuras clave de la reforma luterana como Lutero y Melanchthon.
Además, participó activamente en la imprenta, apoyando la difusión de ideas revolucionarias.
Biografía de Cranach, Lucas
(1472-1553). Pintor y grabador alemán, nacido en Kronach (Alta Franconia) y llamado El Viejo para distinguirlo de su hijo, del mismo nombre y también pintor, llamado El Joven. Poco se sabe de sus antecedentes familiares o de sus primeros años; consta, sin embargo, que hacia 1504 sus pinturas llamaron la atención del Duque Federico (el Sabio), elector de Sajonia, con lo que se convirtió en pintor de la corte de Wittenberg. A partir de este momento su vida fue tan activa como próspera. Pintó para el Duque varios retablos, docenas de retratos y numerosas escenas mitológicas. Fue en distintas épocas librero, farmacéutico, burgomaestre y embajador y desempeñó papel muy activo en la reforma luterana. Dirigió también una imprenta que le fue donada por el Duque y que sirvió para que Martín Lutero imprimiera sus panfletos revolucionarios.
Se le recuerda principalmente como pintor de retratos; débele la historia los de Lutero, Melanchthon y otros dirigentes de la reforma alemana. Sus grupos de figuras han sido tildados de rígidos y grotescos; en verdad no tenían nada de común con los de la escuela italiana de la época, pero se advierte un encanto ingenuo y casi cómico en sus diosas paganas, que, totalmente despreocupadas de su propia desnudez, se presentan burlonamente como alegorías mitológicas al espectador. La obra de Cranach cayó en el olvido durante mucho tiempo, pero los «modernistas» del siglo xx encontraron sus tenues figuras (retorcidas a fin de conseguir plasticidad en el dibujo) y sus paisajes de fondo casi surrealistas totalmente de acuerdo con sus propios objetivos artísticos. Entre sus obras más conocidas se cuentan Celos (1534), La Fuente de la Juventud (1546) y el retablo de la Stadtkirche en Weimar.