La palabra craza se refiere a un crisol, un recipiente utilizado en la metalurgia para fundir metales como el oro y la plata.
Este proceso es fundamental para la creación de monedas y otros objetos valiosos.
La craza permite alcanzar altas temperaturas, facilitando la mezcla y purificación de los metales, lo que resulta en productos de gran calidad y valor.
Su uso es esencial en la historia de la orfebrería y la economía.