El crecimiento de un virus se refiere al proceso mediante el cual un virus se multiplica y se desarrolla, utilizando las proteínas de un organismo huésped.
Un ejemplo claro es el virus del mosaico del tabaco, que provoca un aumento en las sustancias de las hojas de tabaco al atacar sus células.
Este virus, considerado por algunos como una enzima no viviente, tiene la capacidad de reproducirse y crear nuevas moléculas proteicas, situándose en la frontera entre lo vivo y lo inanimado.
crecimiento de un virus
La forma más sencilla de crecimiento por intususcepción se ve en el aumento de la cantidad de sustancias que se forman en las hojas del tabaco cuando éstas son atacadas por el virus llamado mosaico del tabaco. Este virus es, en realidad, una molécula gigante de proteína, capaz de reproducirse a expensas de las proteínas de la planta de cuyos aminoácidos se forma. El virus puede ser obtenido en estado de cristal puro y, como su masa no aumenta si está separado del tabaco, algunos lo consideran como una enzima no viviente, capaz, no obstante, de multiplicar sus moléculas en el substrato apropiado. En cambio, otros autores lo consideran «viviente», dado que su estructura en nada recuerda las proteínas de la hoja del tabaco de las que se forma. En realidad se sitúa al virus en la línea divisoria entre los seres vivos y los inanimados, aunque más cerca de los primeros por su capacidad de crear nuevas entidades proteicas automultiplicativas por acciones de orden enzimático. Véase Biología; Enzima; Virus.