La identificación dactiloscópica es un método crucial en la investigación de crímenes, basado en las únicas y complejas crestas papilares de los dedos humanos.
Cada persona tiene un patrón único que permite identificarla de manera precisa.
Cuando un criminal toca superficies, puede dejar impresiones digitales latentes que, al ser reveladas, se comparan con las huellas de un sospechoso.
Este proceso es fundamental para establecer vínculos entre el delito y el autor.
crímenes: identificación dactiloscópica
La cara palmar de los dedos humanos posee intrincadas crestas papilares que constituyen un medio positivo de identificación. Nunca se ha encontrado correspondencia exacta entre las. impresiones producidas por los dibujos digitales —dactilogramas— correspondientes a las crestas papilares de dos personas distintas.
Un criminal que maneja o toca objetos como papel, cristal, madera, metal u otras superficies lisas puede dejar una impresión digital latente susceptible de un «revelado» por medios químicos que le hará visible y permitirá fotografiarla. Semejante impresión puede compararse luego con las huellas dactilares tomadas a un sospechoso para determinar si la que apareció en el lugar de autos corresponde al individuo en cuestión. Las impresiones dactiloscópicas pueden compararse también a fines de identificación con las conservadas en archivos centrales. Véase Huella dactilar.