Una crisálida es la etapa intermedia en la metamorfosis de ciertos insectos, como las mariposas.
Cuando la oruga ha completado su crecimiento, se adhiere a una superficie con un botón de seda y se desprende de su piel por última vez.
Bajo esta capa externa queda una piel dura que protege al insecto en desarrollo hasta que esté listo para emerger como una mariposa completamente formada.
La crisálida es un capullo que alberga la transformación interna que llevará al insecto a su forma adulta al final del proceso de metamorfosis.
f. Zool. Ninfa de un insecto entre el estado de oruga y el de mariposa.
Cuando la oruga está completamente desarrollada, hace un botón de seda que utiliza para sujetar su cuerpo a una hoja o a una ramita. Entonces la piel de la oruga se desprende por última vez. Bajo esta vieja piel hay una piel dura llamada crisálida.
Crisálida de mariposa común (Euploea core) que ilustra el origen griego del término: χρυσός (chrysós) para oro. CC.
Linneo les dio el nombre de crisálida porque a veces se adornan con manchas doradas y plateadas (leer la etimología de la palabra más abajo).
La duración de este periodo de transición es bastante variable, ya que, mientras en ciertas especies se reduce a ocho o nueve días, en otras llega a siete u ocho meses.
De ordinario el calor acelera la crisalidación y el frío la retrasa.
El caparazón ninfal está dotado de segmentos con líneas de articulación que permiten a la ninfa cierta flexibilidad (cuando se la molesta se retuerce convulsivamente). Incluso existen crisálidas de microlepidópteros que por medio de dos apéndices ganchudos situados en la extremidad del abdomen se trasladan de un lugar a otro.
Las larvas de las mariposas diurnas no fabrican de ordinario capullo (crisálidas desnudas) o lo fabrican en forma de malla tenue. Las de las nocturnas se envuelven, generalmente en un saco espeso, para la construcción del cual recurren a materiales como hierbecillas, hojuelas secas, piedrecillas, etc., que cementan con la seda que extraen en estado líquido. Ello no impide que, a veces, sus crisálidas sean también desnudas.
De una u otra forma, la ninfa puede quedar instalada en los más variados lugares: exterior o interior de las plantas, superficie de las rocas, superficie del suelo, interior de la tierra. A veces cuelga de una hoja o ramillete por un hilo llamado «cremáster» con la cabeza hacia arriba o a la inversa, según las especies.
Llegada a su madurez, la ninfa empieza a agitarse dentro de su prisión y realiza los esfuerzos adecuados para liberarse de ella y nacer a una nueva vida.
Crisálida que desarrolla una mariposa.
El momento de emerger
Cuando emerge, la mariposa utiliza un líquido, a veces llamado cocoonase, que ablanda la cáscara de la crisálida. Además, utiliza dos garras afiladas ubicadas en las gruesas articulaciones de la base de las costuras para ayudar a salir.
Al salir de la crisálida, la mariposa suele sentarse en la cáscara vacía para expandirse y endurecer sus alas. Sin embargo, si la crisálida estaba cerca del suelo (como si se hubiera caído de su almohadilla de seda), la mariposa encontraría otra superficie vertical sobre la que descansar y endurecería sus alas (como una pared o una cerca).
Diferencia entre pupa, crisálida y capullo
La pupa, la crisálida y el capullo se confunden con frecuencia, pero son muy distintos entre sí.
La pupa es el estadio entre los estadios larvario y adulto.
La crisálida se refiere generalmente a una pupa de mariposa, aunque el término puede ser engañoso, ya que hay algunas polillas cuyas pupas se asemejan a una crisálida, por ejemplo: las polillas con plumas aladas de la familia Pterophoridae y algunas polillas geométricas.
Un capullo es una funda de seda que las larvas de las polillas, y a veces otros insectos, giran alrededor de la pupa.
Etimología u origen de la palabra crisálida: proviene del latín chrysallis, a su vez del griego χρυσαλλίς = chrysallís, plural: chrysalides. El término se deriva de la coloración metálica dorada que se encuentra en las pupas de muchas mariposas, a la que se refiere el término griego χρυσός (chrysós) para oro.
Segundo diccionario: crisálida
Origen de la palabra: (del latín chrysallis, -idis, y éste del gr., de oro.)