La palabra crispadura se refiere al efecto de crispar o crisparse, que implica una contracción o tensión en los músculos o en una superficie.
Este término puede utilizarse en contextos físicos, como en la piel o en tejidos, así como en situaciones emocionales, donde se refleja una sensación de inquietud o nerviosismo.
Así, la crispadura abarca tanto aspectos físicos como psicológicos, mostrando su versatilidad en el lenguaje.