La crítica interna es un proceso de análisis y reflexión que se lleva a cabo dentro de un sistema o estructura, ya sea filosófica, cultural, política o social. Algunas de las características principales de la crítica interna son:
1. Auto-reflexión: La crítica interna implica la capacidad de reflexionar sobre el propio sistema o estructura, identificar sus limitaciones, errores y contradicciones.
2. Análisis riguroso: La crítica interna requiere de un análisis riguroso y detallado de las ideas, conceptos, prácticas y situaciones que se están evaluando.
3. Contextualización histórica: La crítica interna debe considerar el contexto histórico en el que se desarrolla el sistema o estructura, así como su evolución a lo largo del tiempo.
4. Autocrítica: La crítica interna implica la capacidad de mirar hacia el interior de uno mismo y reconocer las propias limitaciones y errores.
5. Perspectiva crítica: La crítica interna implica una perspectiva crítica de la realidad, cuestionando las verdades establecidas y buscando nuevas alternativas y soluciones.
6. Diálogo constructivo: La crítica interna debe ser un diálogo constructivo, en el que se busque mejorar el sistema o estructura, en lugar de destruirlo o desacreditarlo.
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