La cromosfera es una capa de la atmósfera solar que se sitúa entre la fotosfera y la corona solar.
Esta zona es fundamental para entender los fenómenos que ocurren en el Sol, ya que es donde se producen diversas actividades solares, como las erupciones y las prominencias.
La cromosfera se caracteriza por su temperatura y composición, lo que la convierte en un área de gran interés para la astronomía y el estudio del Sol.
f. Asir. Capa media de la atmósfera del Sol, entre la fotosfera y la corona solar.
Segundo diccionario: cromosfera
Origen de la palabra: (del griego color, y esfera.)
f. Astron. Zona superior de la envoltura gaseosa del Sol. constituida principalmente por hidrógeno inflamado.2º artículo
Atmósfera del Sol, que se extiende varios miles de kilómetros sobre la brillante superficie solar blanca o fotosfera. Durante los pocos minutos de la totalidad de un eclipse total de sol la fotosfera se oculta completamente y esta atmósfera, con sus altas protuberancias, se ve como una franja alrededor del disco oscuro de la Luna y puede ser fotografiada. Tanto la cromosfera (esfera de color) como las protuberancias presentan un color escarlata brillante, producido por la radiación roja del hidrógeno luminoso. Cuando se observa el espectro solar en un eclipse, las líneas oscuras de absorción de Fraunhofer desaparecen repentinamente al comienzo de la totalidad y aparece en su lugar súbitamente el llamado «espectro relámpago» de líneas brillantes de emisión visible durante la totalidad. Si el espectrógrafo no tiene rendija, el espectro relámpago se presenta en forma de arcos de varias longitudes que se corresponden en parte con las alturas de los elementos emisores de la cromosfera. Véase Espectro y espectroscopia; Fraunhofer, Rayas de.
En la cromosfera, así como en las protuberancias, a alturas de 13000 km se encuentran hidrógeno, helio y calcio. Por encima de los 5000 km de la cromosfera y en las .protuberancias eruptivas se observan algunos elementos metálicos. Los gases de la cromosfera son completamente transparentes y de una densidad extraordinariamente baja, mucho menor que la obtenida en el laboratorio por medio del más extremado vacío. Las observaciones de la cromosfera y sus protuberancias se realizan, cuando no hay eclipse, por medio de un espectroscopio de ancha rendija o con otros instrumentos especiales (v. Filtro; Luz, Filtro birrefringente). La cromosfera parece comprender innumerables spiculas (espiguillas) (llamadas «pradera en llamas», por P. Á. Sechi), que brotan y menguan o desaparecen en uno o dos minutos. Aunque muy pequeñas en comparación con las protuberancias, estas espiguillas pueden tener cientos de kilómetros de diámetro y extenderse hacia lo alto a millares de kilómetros.
Las protuberancias quiescentes son grandes formaciones parecidas a las nubes que se extienden de 50 000 a 100000 km sobre la fotosfera y persisten a veces durante varios días. Cualquier cambio en las mismas se realiza lentamente. A menudo brotan grandes torrentes de materiales de la corona solar y entran en la cromosfera. Las protuberancias eruptivas se proyectan a tremendas velocidades, generalmente cerca de una mancha solar activa y se elevan a alturas de decenas o centenas de miles de kilómetros. Las protuberancias en forma de surtidor están relacionadas con las manchas solares. Véase Corona; Mancha solar; Sol.
Las fulguraciones o erupciones cromosféricas solares son enormes explosiones luminosas producidas en la cromosfera, que en pocos minutos alcanzan su intensidad máxima para desvanecerse en una hora aproximadamente. Guardan relación, generalmente, con los grupos de manchas solares activas y a los pocos minutos suelen seguirse de ellas en la Tierra interrupciones en las comunicaciones de radio de onda corta y, al cabo de uno o dos días, tormentas magnéticas. Las radioemisiones solares están igualmente relacionadas con las fulguraciones. Véase Astronomía, Radioastronomía, El Sol.
