Un
crucero es un tipo de navío de guerra que se sitúa entre el acorazado y el destructor en términos de tamaño, armamento y blindaje.
Destaca por su velocidad y capacidad de acción a larga distancia.
Su origen se remonta a las fragatas de vela, utilizadas para exploración, escolta y hostigamiento del comercio enemigo.
A lo largo de la historia, los cruceros han tenido un papel crucial en las armadas de diversas naciones.
En la época previa a la Primera Guerra Mundial, surgieron los cruceros protegidos, con un desplazamiento de 12000 a 16000 toneladas, armados con cañones de 200 a 250 mm y alcanzando velocidades de 20 a 24 nudos.
Posteriormente, la Home Fleet introdujo el concepto de
crucero acorazado o
crucero de batalla, similar en tamaño al acorazado pero con menor blindaje, menos cañones de gran calibre y mayor velocidad.
Alemania también construyó cruceros similares.
Esta evolución implicó sacrificar blindaje en favor de agilidad.