Las cruzadas infantiles fueron dos expediciones que surgieron en el contexto de las cruzadas medievales, alrededor de 1212.
Inspirados por la creencia de que la inocencia de los niños podría lograr lo que los adultos no habían conseguido, miles de pequeños se unieron a estas campañas.
La primera, liderada por un pastorcillo francés llamado Etienne, buscaba liberar Tierra Santa de los sarracenos, pero terminó en tragedia y esclavitud.
La segunda, encabezada por un niño alemán llamado Nicolás, también enfrentó desafíos en su travesía.
cruzadas infantiles (historia de las cruzadas)
Hacia 1212, prevaleciendo la idea de que la inocencia de los niños daría gloriosa cima, con la ayuda de Dios, a la magna empresa que no habían podido ultimar los hombres, se pusieron en movimiento dos cruzadas infantiles. Etienne, pastorcillo francés de Cloyes, cerca de Vendóme, anunció haber recibido de Dios la misión de dirigir una cruzada para aplastar a los sarracenos. A su voz acudieron de toda Francia miles de niños que, congregados en Marsella, embarcaron en siete naves. Dos de ellas naufragaron en Cerdeña. Capturadas las otras cinco, sus ocupantes vinieron a alimentar los mercados de esclavos de Alejandría y Bagdad. Años más tarde, en 1229, algunos de estos niños fueron rescatados de acuerdo con el tratado firmado entre el emperador Federico II y el sultán Al-Kamil de Egipto. La segunda expedición infantil fue alemana, acaudillada por un niño llamado Nicolás, que congregó en su torno miles de niños y algunos adultos. Atravesando los Alpes, penetraron en Italia, donde, al igual que los niños franceses en Marsella, hallaron con gran desilusión que el mar no se abría a su paso. Muchos, .convencidos por el Papa, volvieron a sus hogares.