Animal parecido a la cebra (Equus quagga), de las llanuras sudafricanas, que, al parecer, se extinguió en la segunda mitad del siglo xix. Tenía rayas de color pardo oscuro en la cabeza y en el cuello que se iban desvaneciendo hacia los hombros. El resto del dorso era de color pardo moteado o uniforme y las patas eran en su mayor parte blancas. Por su tamaño y por su aspecto se parecía más a la cebra de Burchell que presentaba rayas sobre casi todo el cuerpo. Antiguamente el cuaga recorría las praderas en elevado número, pero fue gradualmente exterminado por los primeros colonizadores y por los indígenas. Los granjeros intentaron domesticar estos animales mezclándolos con sus ganados como protección contra las hienas, pero sin gran éxito. Su nombre se origina de la voz hotentote gua-ha, onomatopeya de su relincho que recuerda un ladrido.