La culebra jetuda es una serpiente colubrina no venenosa de América del Norte, perteneciente al género Heterodon.
Destaca por su hocico levantado, que recuerda al de un cerdo, y su coloración que varía entre pardo y gris con manchas oscuras.
Al sentirse amenazada, adopta una postura defensiva aplanando su cabeza y cuello, emitiendo un silbido roncante que puede asustar a quienes la encuentran, llevándolos a pensar erróneamente que es peligrosa.
Una de las varias especies de serpientes colubrinas norteamericanas no venenosas, pertenecientes al género Heterodon. La culebra jetuda común (H. contortrix) mide tan sólo 1,15 m de longitud. Su color es pardo o negro pálido, o bien gris con manchas irregulares, más oscuras en el dorso, y con un punteado negro sobre los costados y el abdomen. Su hocico, vuelto hacia arriba, recuerda al del cerdo. Cuando se la molesta, aplana la cabeza y el cuello a modo de las cobras, silbando roncamente. En estas circunstancias su aspecto es tan terrorífico que muchos creen erróneamente que son venenosas.