La palabra culera tiene dos acepciones en el español.
En primer lugar, se refiere a la señal que dejan las manchas excrementicias en las mantillas de los niños, lo que refleja un aspecto práctico en la crianza.
En segundo lugar, designa un remiendo en los pantalones que se coloca sobre la parte que cubre las asentaderas, mostrando así una solución ingeniosa para prolongar la vida útil de la ropa.
Ambas acepciones destacan la relación entre la vestimenta y la cotidianidad.