El cultivo intensivo es una práctica agrícola que busca maximizar la producción de cultivos mediante el uso de técnicas avanzadas.
Esta modalidad se caracteriza por prescindir de barbechos, lo que permite un uso continuo de la tierra.
A través de labores más esmeradas, la aplicación de abonos y un riego adecuado, se logra un rendimiento significativamente mayor en comparación con métodos tradicionales.