El culto externo se refiere a las manifestaciones visibles y tangibles de adoración que realizan las personas, como rituales, gestos, palabras en voz alta, cantos y ofrendas.
Se diferencia del culto interno, que es la adoración que se lleva a cabo en la conciencia de cada individuo.
En la liturgia cristiana, se considera fundamental la combinación equilibrada de ambos tipos de culto, interno y externo, para expresar una devoción completa y auténtica.
La verdadera santidad no radica en las acciones externas vacías, sino en la obediencia amorosa a Dios.
m. Culto que consiste en demostraciones exteriores que realizan los hombres, como sacrificios, procesiones, genuflexiones, elevación de manos, pronunciar en voz alta palabras, cantos, súplicas, ofrendas y dones, etc. Contrasta con el culto interno, que es el que realiza el hombre dentro de su conciencia.
La liturgia cristiana requiere tanto de elementos de culto interno y externo, y que ambos estén íntimamente unidos.
Ejemplos de uso: "La santidad no consiste en la primacía del sacrificio, del culto externo y sin alma, sino en el amoroso obedecer a Dios".
"Todo el conjunto del culto que la Iglesia tributa a Dios debe ser interno y externo".
Etimología u origen de la palabra culto externo: de culto y externo.