m. Árbol leguminoso de la América tropical cuya madera se usa en ebanistería.
Curbaril es el nombre aplicado a varios árboles y arbustos pertenecientes a la familia de las leguminosas. Dos importantes géneros (Robinia y Gleditsia) reciben este nombre en Estados Unidos.
El curbaril dulce o de miel (Gleditsia tricanthos) se cultiva extensamente como árbol umbroso, por su madera y por sus cápsulas.
Es árbol grande y de copa ancha, generalmente espinoso, que crece hasta los 42,5 m de altura. Sus hojas, finas y pinadas, dan al follaje aspecto plumoso. Las flores son pequeñas, verdosas y papilonáceas (parecidas en forma a las de la Arvejilla) y se convierten en grandes cápsulas aplastadas que, una vez molidas, constituyen un alimento nutritivo para el ganado.
La madera, fuerte y duradera, se utiliza principalmente para traviesas, postes y partes de coches de ferrocarril y, hasta cierto punto, en ebanistería y construcción naval.
El curbaril común (Robinia pseudoacacia), llamado también acacia blanca o falsa, es un árbol de buen tamaño que alcanza 24 m de altura.
Hay muchas variedades, la mayoría de ellas con ramas espinosas. Sus flores papilonáceas, grandes y vistosas, aparecen en racimos colgantes y son muy olorosas. La acacia blanca, cultivada principalmente como adorno, es corriente en toda la zona oriental y central de los Estados Unidos.
Segundo diccionario: curbaril
Origen de la palabra: (Voz americana.)
m. Bot. Árbol de la familia de las papilionáceas, propio de la América tropical, con copa espesa, tronco rugoso, hojas divididas en hojuelas ovales, flores en ramillete de color amarillo, fruto en vaina con varias semillas, y madera dura y rojiza, apreciada en ebanistería. De este árbol se obtiene la resina anime, que es amarillenta, plástica, fragante, y se usa en medicina contra las enfermedades reumáticas.