La palabra cursilada se refiere a la cursilería, que es la calidad de ser cursi, es decir, tener un estilo o comportamiento que resulta excesivamente sentimental o pretencioso.
Este término también denota un mal gusto en la estética o en las actitudes, reflejando una falta de autenticidad.
En definitiva, una cursilada es cualquier cosa que se percibe como de mal gusto, ya sea en objetos, actitudes o expresiones.