Alphonse Daudet (1840-97) fue un destacado novelista, dramaturgo y poeta francés, originario de Nîmes.
Su vida estuvo marcada por la pobreza en su infancia, lo que refleja en su obra autobiográfica Le petit chose (1868).
A los 17 años, se trasladó a París para perseguir su sueño literario.
Su carrera despegó con la publicación de Les Amoureuses (1858) y colaboraciones en Le Figaro, logrando un éxito notable con cada obra, aunque no todas alcanzaron la misma calidad.
Biografía de Daudet, Alphonse
(1840-97). Novelista, dramaturgo y poeta francés, nacido en Nîmes, que estudió durante algún tiempo en el Liceo de Lyon. Él mismo, en su novela de carácter autobiográfico Le petit chose (1868) nos habla de una infancia agobiada por la pobreza y de los esfuerzos que tuvo que realizar para adquirir una educación. Después de haber trabajado como pasante (y encontrándolo intolerable) escapó del colegio y se refugió en París a la edad de 17 años, dispuesto a abrirse camino en el mundo de la literatura. El año siguiente publicó Les Amoureuses (1858), volumen de poesía, y poco después empezó a colaborar en Le Figaro y consiguió la protección del Duque de Morney. Así empezó su larga y triunfal carrera literaria. Excepto sus intentos dramáticos (L’ Arlésienne, 1872, y Sapho, 1884, ambas adaptaciones teatrales de sus novelas), cada una de sus publicaciones le proporcionó un éxito inmediato. No toda su producción literaria, sin embargo, era de la misma consistencia; los primeros cuentos provenzales, como Lettres de mon moulin (1866) y el delicioso Tartarin de Tarascón (1872), fueron probablemente sus obras mejores y más sinceras También Sapho (1884), en su forma original de novela, es generalmente considerada como una de las mejores, con la importante particularidad de apartarse en ella el autor de las narraciones de tipo meramente episódico. Contes de Lundi (1872-73), narraciones de la guerra Franco-Prusiana, caen con frecuencia en un sentimentalismo ultrapatriótico y por eso carecen de la más atrayente de las cualidades de Daudet, su naturalidad y frescura. El naturalismo en la obra de Daudet no es prosaico como en la de Zola, sino más bien impresionista, lleno de luz y color, con un encanto particular y único.
Daudet suele ser comparado con Dickens por la semejanza de muchos de los temas que trata con los del escritor inglés; los niños oprimidos, pobres o engañados y los tipos cómicos rayanos en la caricatura son comunes a las novelas de ambos escritores. Pero Daudet tenía mucho menos de reformador que Dickens; su sentimentalismo tiende a atraer la simpatía, no a provocar una cólera justiciera. Daudet, con cualquier tema y en todos los géneros, fue un maestro de la forma; sus poesías, no muy importantes, están siempre perfectamente construidas, y hasta la más ligera de sus producciones está escrita en elegante prosa. Cuando escribe acerca de cosas que ama, no es posible que nadie pueda superar su exuberante encanto. Una de las mejores entre las novelas realistas de Daudet es Fromont jeune et Risler aîné (1874). Sus últimas obras revelan frecuentemente una actitud anticientífica, antidemocrática, generalmente negativa. Se mostró particularmente mordaz con la Academia Francesa (L’Immortel, 1888), cuyos «inmortales» no le invitaron nunca a formar con ellos en su «templo».