La expresión de verbo ad vérbum proviene del latín y se traduce como palabra por palabra.
Se utiliza para describir un tipo de traducción o interpretación que se realiza de manera literal, sin omitir ni alterar ningún detalle, incluso hasta el punto de no faltar una coma.
Esta forma de abordar el lenguaje es fundamental en contextos donde la precisión y la fidelidad al texto original son esenciales.