La palabra debda es una forma antigua y en desuso que se refiere a una deuda, es decir, a la obligación que una persona tiene de pagar o reintegrar algo, generalmente en dinero, a otra.
Aunque su uso ha caído en desuso, su significado sigue siendo relevante en el contexto de las relaciones financieras y los compromisos económicos.
La evolución del lenguaje ha llevado a que esta acepción se considere anticuada.