La palabra debe tiene varias acepciones, pero en el ámbito contable se refiere a la parte que indica las cargas en las cuentas corrientes.
Este término se utiliza para señalar las transacciones que representan un gasto o una obligación, y se opone al concepto de haber, que representa los ingresos o créditos.
Así, el debe es fundamental para entender la situación financiera de una entidad.