El término defalicido y su forma femenina defalicida son adjetivos en desuso que se consideran anticuados.
Su significado está relacionado con el estado de haber perdido la fuerza o la vitalidad, similar a defallecido.
Aunque hoy en día no se emplean comúnmente, estas palabras evocan una sensación de debilidad o desvanecimiento, reflejando un uso más poético o literario en el lenguaje español.