El término deífico y su forma femenina deífica se refieren a lo que es propio de Dios o que tiene características divinas.
Estas palabras evocan la idea de lo sagrado y lo trascendental, sugiriendo una conexión con lo divino y lo espiritual.
En contextos religiosos o filosóficos, se utilizan para describir cualidades que se asocian con la naturaleza de Dios o con aspectos que trascienden la experiencia humana.