El deísmo es una doctrina que reconoce la existencia de Dios, pero rechaza la revelación y el culto externo.
Esta corriente sostiene que la existencia de un ser supremo puede ser comprendida a través de la razón y la observación del mundo natural, prescindiendo de escrituras sagradas o tradiciones religiosas.
Se critican las religiones organizadas y sus dogmas, argumentando que la divinidad no interviene directamente en los asuntos humanos ni en el funcionamiento del universo tras su creación.
m. Doctrina que reconoce la existencia de Dios pero que no admite la revelación y el culto externo.
El deísmo, como corriente filosófica y teológica, sostiene que la existencia de Dios o de un ser supremo puede ser conocida y justificada a través de la razón y la observación del mundo natural, sin necesidad de recurrir a las escrituras sagradas o a tradiciones religiosas específicas.
Esta postura implica una crítica a las religiones organizadas y sus dogmas, argumentando que la divinidad no interviene directamente en los asuntos humanos ni en el funcionamiento del universo tras su creación.
Los deístas, por tanto, rechazan los milagros, profecías y cualquier forma de revelación divina considerada como base de las religiones monoteístas, como el cristianismo, el judaísmo y el islam. Para ellos, Dios es un arquitecto universal que estableció las leyes naturales que rigen el cosmos, pero que después dejó que este siguiera su curso sin interferencia alguna.
En este sentido, el deísmo promueve una visión más impersonal de la divinidad, en contraste con la concepción de un Dios personal e intervencionista presente en otras creencias religiosas.
Esta doctrina alcanzó especial relevancia durante la Ilustración, en los siglos XVII y XVIII, periodo en el cual se fomentó el pensamiento crítico y se cuestionaron las instituciones tradicionales, incluidas las religiosas.
Filósofos como Voltaire, John Locke y Thomas Paine son algunos de los pensadores más destacados asociados al deísmo, quienes abogaron por una religión natural basada en la razón y la ética universal más allá de los credos establecidos.
Origen etimológico de deísmo: proviene de la palabra latina deus (que significa "dios").
Segundo diccionario: deísmo
Origen de la palabra: (latín Deus, Dios.)
m. Doctrina teológica que afirma la existencia de un Dios personal, creador del universo y primera causa del mundo, pero niega la providencia divina y la religión revelada y no admite el culto externo.2º artículo
Doctrina según la cual la revelación de la existencia de Dios se obtiene a través de la razón natural y no de la revelación sobrenatural, como afirma el teísmo (ambos términos tienen el mismo significado etimológico; aquél procede del latín, éste del griego). Suele considerarse como tal el movimiento racionalista inglés de los siglos xvii y xviii, que, aunque supuso una reacción contra la larga controversia religiosa entre la iglesia establecida y los disidentes, era además un resultado del progreso científico moderno. Los deístas intentaron aplicar los principios de la Ilustración a la Teología. En la creencia de que la obra divina se revela en el universo creado y que Dios actúa a través de las leyes naturales, trataron de fundar una religión natural opuesta a todas las religiones positivas y a todos los misterios sobrenaturales. Aunque existían ciertas discrepancias entre ellos, coincidieron generalmente en admitir que Dios fue creador de todas las cosas y será juez universal, pero rechazaron su providencia y su presencia en la vida del mundo. Exponentes del deísmo fueron lord Edward Herbert of Cherbury, Matthew Tindal y el Vizconde de Bolingbroke, en Inglaterra; Voltaire y Rousseau, en Francia; Lessing y Mendelssohn, en Alemania. Thomas Payne expuso en los Estados Unidos una forma elemental de deísmo. Véase Ilustración; Teísmo.