La palabra demandable tiene un significado que ha evolucionado con el tiempo.
En su acepción más antigua, se refiere a algo que es apetecible o digno de ser buscado.
Aunque esta interpretación es hoy en día considerada anticuada y en desuso, refleja una época en la que se valoraba la búsqueda de ciertos objetos o experiencias.
Así, "demandable" evoca un sentido de deseo y anhelo que ha quedado relegado en el lenguaje contemporáneo.