El término demandadero o demandadera se refiere a una persona encargada de realizar mandados en nombre de otros.
En el contexto de un convento, esta figura es responsable de llevar a cabo encargos para las monjas fuera del recinto, así como para los presos que necesitan asistencia externa.
También puede designar a alguien que realiza tareas similares en una casa sin residir en ella, facilitando así la gestión diaria de las necesidades del hogar.