La dentición se refiere a la acción y efecto de que un niño o un animal empiece a echar los dientes.
Este proceso es fundamental en el desarrollo, ya que marca el momento en que los dientes de leche comienzan a aparecer en la boca.
Además, la dentición también se entiende como el tiempo durante el cual se lleva a cabo este fenómeno, que puede variar en duración y características según cada individuo.
Origen etimológico de dentición: proviene de la palabra latina dentitio
Segundo diccionario: dentición
Origen de la palabra: (latín dentitio, -onis.)
f. Acción y efecto de endentecer.
Tiempo en que se echa la dentadura.
Zool. Clase y número de dientes que caracteriza a un animal mamífero, según la especie a que pertenece.
—primera o de leche. La que empieza a aparecer en el hombre entre el sexto y el décimo mes después del nacimiento. Ver: dentición primera o de leche
—segunda o permanente. La que aparece en substitución de la primera, más otros doce dientes. Ver: dentición segunda o permanente
—completa. Zool. La del animal que tiene las tres clases de dientes, incisivos, caninos y molares. Es incompleta si le falta alguna de ellas. Ver: dentición completa2º artículo
Proceso por el cual los dientes se abren paso a través de las encías (erupción) y se hacen visibles en la cavidad bucal. La primera dentición es un proceso de trascendental importancia en la evolución del niño, El desarrollo del diente comienza por la corona y luego progresivamente crece hacia abajo hasta la raíz (v. Dientes). La erupción del diente tiene lugar cuando la raíz alcanza los dos tercios de su tamaño total y tiene suficiente fuerza para sostener al diente. Al principio la encía se oscurece, pero después se torna blanca por la presión que ejerce el diente por debajo. Puede presentarse una ligera inflamación de los tejidos blandos capaz de originar en el niño un débil ascenso de la temperatura. Con frecuencia se advierte un aumento de la salivación o babeo y una tendencia manifiesta a frotar las encías con los dedos o a morder cualquier objeto duro. Los objetos fríos o un pedazo de hielo calman a veces las molestias de las encías. La mordedura de objetos duros alivia el dolor de las encías causado por la presión del diente. Esto explica la utilidad de los aros de goma u objetos similares destinados a este efecto con tal que se cuide de que estén escrupulosamente limpios.
Aunque la dentición es un proceso normal que no debe originar trastornos, muchos niños se ven aquejados de serias alteraciones e incluso enferman. Sus encías adquieren un color rojo oscuro y se inflaman. El dolor, a veces intenso, es continuo o intermitente. Puede aparecer fiebre junto con trastornos nerviosos e intestinales. El niño tiene poco apetito y está malhumorado. Algunas enfermedades, como el raquitismo y ciertos trastornos glandulares, retrasan la normal erupción de los dientes; en estos casos puede ser útil la administración, bajo vigilancia médica, de extractos de tiroides.
Los dientes, al nacer, adoptan con frecuencia posiciones anormales. Esto no debe preocupar en exceso, ya que la naturaleza ajusta los dientes y mediante la fuerza que representa el uso normal de los labios y de la lengua corrige pronto esta posición y la normaliza. La edad normal de la salida de los dientes varía mucho en los distintos niños y según las razas o climas. Los dientes, tanto del maxilar superior como del inferior, aparecen antes en las niñas y en los delgados que en los niños y en los robustos. Las tablas adjuntas consignan el promedio de edad en que se produce la erupción de la primera dentadura y de los dientes definitivos y su muda normal. La caída a su tiempo de los dientes de la primera dentición es necesaria para evitar que los dientes definitivos nazcan torcidos. Véase Odontología infantil; Ortodoncia.
Como estas tablas señalan sólo la edad promedial, no debe preocupar el hecho de que la primera dentición no aparezca a la edad marcada, puesto que hay que tener en cuenta las variaciones o margen que se indicare. De haber dudas sobre la erupción, pueden solventarse con el auxilio de los rayos X, que evidencian la presencia o ausencia de los dientes esperados. A menudo ocurren casos en que los dientes brotan antes de tiempo e incluso algunas veces están presentes ya al nacer (dientes connatales). Como estos dientes pueden herir el pecho materno durante la lactancia, a veces es necesario extraerlos.
Los dientes definitivos emergen normalmente detrás y debajo de las correspondientes piezas de la primera dentición. De ordinario, en esta erupción no hay perturbaciones, a excepción de la muela del juicio, que puede causar intenso dolor y trastornos gingivales. Como los dientes definitivos se desarrollan en el interior de los huesos maxilares, ejercen presión desde dentro sobre las raíces de los dientes de leche. Estas raíces, en consecuencia, son reabsorbidas gradualmente por el organismo hasta que quedan sólo las coronas, que se expulsan fácilmente. En los casos en que, por ausencia del diente definitivo, no existe presión sobre el diente de leche, la raíz de éste subsiste y el diente puede servir durante años.
Si el diente definitivo no puede brotar normalmente, de ordinario por falta de espacio, queda incluido en la mandíbula. Cuando las circunstancias permiten la erupción tardía de este diente incluido, no es raro que se tome erróneamente el hecho por una tercera dentición, eventualidad que no existe en el hombre. Véase Dientes.