El derecho parroquial se refiere a la jurisdicción que ejerce el párroco sobre los asuntos espirituales de sus feligreses.
Este concepto implica que el párroco tiene la autoridad para guiar y atender las necesidades religiosas de la comunidad, asegurando el cumplimiento de las prácticas y enseñanzas de la fe.
Así, el derecho parroquial es fundamental para el funcionamiento de la vida religiosa en una parroquia.