El término desalmenar se refiere a la acción de quitar o destruir las almenas, que son las estructuras en forma de merlones que se encuentran en las murallas de castillos y fortificaciones.
Estas construcciones no solo tenían un propósito defensivo, sino que también eran un símbolo de poder y estatus.
Desalmenar implica, por tanto, un proceso que puede conllevar la pérdida de una parte importante del patrimonio arquitectónico e histórico.