El término desanidar se refiere, en su primera acepción, al acto de que las aves jóvenes abandonen su nido una vez que han crecido y están listas para volar.
En un sentido más figurado, implica la acción de expulsar a aquellos que suelen refugiarse o esconderse en un lugar determinado.
Así, desanidar conlleva tanto un proceso natural de crecimiento como una dinámica de cambio en espacios habitados.